Invasión de tortugas en la Estación de Atocha en Madrid

¿Cuántas tortugas hay?

Son hipnóticas. El miércoles, cuando esperaba el AVE a Valencia, me acerqué al lago que hay en el interior de la estación de Atocha de Madrid y allí había cientos de tortugas. La mayoría estaban como veis, apiñadas en este altillo, fuera del agua, algunas sobre otras. Las hay de todos los tamaños, supongo que mucha gente las tira ahí cuando se cansan de ellas. Conviven con los peces y con las palomas, que se atreven a compartir terreno con tal de pillar algún resto de comida. Hace unos años tuve una tortuga de tierra, la llamé Evert, por el pico Everest. La tenía en un jardín vallado y cuando menos te lo esperabas subía la valla y al llegar a lo alto oíamos el ¡plaf! al caerse al otro lado. Vivía en el césped, pero la instalamos una caja para gatos enterrada en la arena, llena de agua. Cuando cazaba lombrices era digno de admirar. Las pillaba con la boca y se metía corriendo al agua para despedazarlas. Un día apareció otra tortuga en el jardín, con una margarita pintada en el caparazón. Había saltado desde el otro lado. Con el invierno, hibernaron (las metimos en una caja dentro de casa). Cuando despertaron, las devolvimos al jardín. Un día después habían desaparecido. Nunca supimos si lograron saltar la valla y escaparon, o se las llevaron sin más. Prefiero pensar lo primero.