Ganas de ver esta peli. Y no sólo por el cambio radical de imagen de
Benedict Cumberbatch (Sherlock). En The Fifth State en la que da vida al controvertido fundador de Wikileaks, Julian Assange. En
Dioses y monstruos (1998), Bill Condon nos presentó al director de
Frankenstein, James Whale, en sus últimos días de vida, cuando se sintió atraído por su jardinero. En
Kinsey (2004), hizo lo propio con el considerado padre de la revolución sexual. Y para
Dreamgirls (2006) se inspiró en la agitada vida de las
Supremes. Tras las dos últimas entregas de
Crepúsculo, Condon regresa a lo que mejor sabe hacer, un biopic con el que capturar el clima moral y político a través de alguno de sus protagonistas. Y se atreve con uno de los más controvertidos de este siglo: Julian Assange. “Pueden pasar décadas antes de que entendamos el impacto de WikiLeaks y cómo revolucionó la difusión de la información”, explicaba. “No entramos en juicios de valores. Queremos explorar la complejidad y el reto que supone ser transparente en la era de la información. Esperamos poder enriquecer la opinión que WikiLeaks ha provocado”. En The Fifth State el guionista
Josh Singer (El ala oeste de la Casa Blanca) adapta la novela
Inside WikiLeaks: my Time with Julian Assange at the World’s Most Dangerous Website, de Dan Domscheit-Berg, ex portavoz de WikiLeaks, interpretado por
Daniel Brühl, y narra los polémicos inicios de la organización, con un Benedict Cumberbatch con el pelo rubio y largo, de asombroso parecido con Assange. Éste prometió filtrar más de un millón de documentos en 2013 que afectarían a todos los países. The Fifth State se estrena en EE UU el 15 de noviembre.
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