1.5.08

Christina Rosenvinge en Taberneros, juerga en Elastico y la peli del mes: Soy un cyborg

Hacía mucho que no volvía por Taberneros, un restaurante para probar vinos (prueba un Allende) y comer cocina mediterránea- asiática. En una de mis anteriores entradas sobre Taberneros no incluí las fotos de aquellos platos que más me gustan (y que siempre pido). Si aquella vez vimos dentro a Almunia y a Muchachito Bombo Inferno, esta vez se sentaron al lado la pareja que forman ahora Christina Rosenvinge y Nacho Vegas.
Las empanadillas rellenas de verdura.
Los huevos al plato con chistorra.
Los ojos de dragón, arroz al curry con beicon.
Luego nos tomamos un café (o una caña, como era el caso) en una terraza de la calle Segovia. Lo más curioso es que por delante de nosotros pasó Iker Casillas con dos amigos. Vestido de manera informal, con camiseta, vaqueros y gafas de sol, pasaba desapercibido completamente.


La noche no pudo acabar de mejor forma que en Elástico. Antes, con el buen tiempo que hacía nos tomamos nuestras buenas cervezas con pizzas en el Maravillas de la plaza 2 de mayo. Aunque Ana G. me había recomendado la feria medieval de la plaza de los Luna, no llegamos a tiempo. En la terraza se estaba la mar de bien, y eso que nos costó lo nuestro pillar mesa. Estaba abarrotado y allí estuve hasta que nos echaron, como a las 2, con Paz, su novio Pablo, Carolina, hermana de Paz, y dos de sus compañeros de curro. En Elástico nos saltamos la cola (llegamos justo cuando se formaba) y la entrada nos costó la friolera de 12 euros. Cada vez que voy me digo que será la última: la media de edad es de 20 años y hay un montón de niñerío gay o/y que van de cool. Todo demasiado obvio por artificial. Pero la música mola y siempre te encuentras a gente conocida. Ana G. acabó allí también, claro.
Y, por último, desde aquí recomiendo una película, Soy un cyborg (pero no pasa nada) de Park Chan-Wook, director de Oldboy y Lady Vengeance, otras maravillas. Soy un cyborg, que se estrenará en junio en España, trata sobre una chica que cree ser un robot y deja de comer y un chico (el famoso cantante Rain, que sale en Speed Racer), que cree poder quitar sus habilidades a los demás. Una locura tras otras (ocurre dentro de un manicomio) rodada en plan onírico, a lo Michel Gondry. Una bonita fábula, triste pero muy divertida, cuyo final desconcierta un poco. Puedes encontrar la película on line vía Veoh.com, dividida en cuatro partes y con subtítulos en español.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola amiga anti-aburrimiento, soy un chico de 19 años y cada dia en el trabajo miro tu blog, yo tambien soy fan de lost y pienso que tienes muy buen gusto para las cosas. sigue asi!