Este que me acompaña, vaso de Jameson en mano (no había otro alcohol en la fiesta), es
Fernando Gil, humorista, ceja en alto del programa
Noche H que presenta la amiga de Davidelfín Eva H. Presentó el martes la entrega de premios de
Notodofilmfestival, el concurso creado por los Fesser de cortos en internet. Sus discursos fueron más largos que los cortos. Una de las paradojas de la noche.
Aquí el corto ganador de Raúl Arévalo.
Fernando huyó literalmente acosado por los gritos de Rubén Romero (en la foto a la derecha, con Luis Argeo y, creo, Jose, i dont remember), que sacó la cámara e hizo la fotito. Yo sólo quería saber qué hacía Fernando hace unas semanas en el
Kathmandú a las tantas (también estaban los del Hormiguero) pero no me supo contestar (no se acordaba) y me dejó con la palabra en la boca. Gracias Rubén.
Los premios se dieron en el
Florida Park, discoteca retro en medio del Retiro (la última vez que estuve allí fue por algo del canal SolMúsica, cantó Muchachito Bombo Inferno, y bailaba frenética por allí Blanca Romero, ahora IN gracias a Química y física). Famoseo, poco (coincidió con la
presentación de la temporada de motociclismo en la
Joy Eslava y con la de la revista del As,
iSport, en
Pachá). Entramos con
Borja Cobeaga, nominado a un Oscar por uno de sus cortos, y el Goya revelación,
María Valverde, que iba casual, con su chico, uno de los actores (¿qué joven actor español no salió en esa serie? vaya cantera) de
Al salir de clase. Me lo sopló Irene (arriba con Norca), pero ahora no recuerdo el nombre.
Lo peor de la noche fue beber whisky a falta de otra cosa (lo patrocina
Jameson) y las pocas bandejas de comida. Qué quieres que te diga. Nos sentamos en una mesa (arriba con Carmen) y allí que nos caían las bandejas que traían los camareros. Parecía que los habíamos sobornado porque nos las pasaban como de
estrangis. Me parto. Luego acabamos medio bailoteando en la pista (me entró un plasta que decía que llevaba el marketing de revistas como Vanidad o Maverick, que había que verlo) hasta que nos echaron. Acabamos en una casa cerca de los cines Ideal parecida al Lady Pepa (entramos con una amiga de Romero de El Público) hasta que amaneció. La juerga padre la alegría de la huerta.
Este que me acompaña, vaso de Jameson en mano (no había otro alcohol en la fiesta), es Fernando Gil, humorista, ceja en alto del programa Noche H que presenta la amiga de Davidelfín Eva H. Presentó el martes la entrega de premios de Notodofilmfestival, el concurso creado por los Fesser de cortos en internet. Sus discursos fueron más largos que los cortos. Una de las paradojas de la noche. Aquí el corto ganador de Raúl Arévalo.
Fernando huyó literalmente acosado por los gritos de Rubén Romero (en la foto a la derecha, con Luis Argeo y, creo, Jose, i dont remember), que sacó la cámara e hizo la fotito. Yo sólo quería saber qué hacía Fernando hace unas semanas en el Kathmandú a las tantas (también estaban los del Hormiguero) pero no me supo contestar (no se acordaba) y me dejó con la palabra en la boca. Gracias Rubén.
Los premios se dieron en el Florida Park, discoteca retro en medio del Retiro (la última vez que estuve allí fue por algo del canal SolMúsica, cantó Muchachito Bombo Inferno, y bailaba frenética por allí Blanca Romero, ahora IN gracias a Química y física). Famoseo, poco (coincidió con la presentación de la temporada de motociclismo en la Joy Eslava y con la de la revista del As, iSport, en Pachá). Entramos con Borja Cobeaga, nominado a un Oscar por uno de sus cortos, y el Goya revelación, María Valverde, que iba casual, con su chico, uno de los actores (¿qué joven actor español no salió en esa serie? vaya cantera) de Al salir de clase. Me lo sopló Irene (arriba con Norca), pero ahora no recuerdo el nombre.
Lo peor de la noche fue beber whisky a falta de otra cosa (lo patrocina Jameson) y las pocas bandejas de comida. Qué quieres que te diga. Nos sentamos en una mesa (arriba con Carmen) y allí que nos caían las bandejas que traían los camareros. Parecía que los habíamos sobornado porque nos las pasaban como de estrangis. Me parto. Luego acabamos medio bailoteando en la pista (me entró un plasta que decía que llevaba el marketing de revistas como Vanidad o Maverick, que había que verlo) hasta que nos echaron. Acabamos en una casa cerca de los cines Ideal parecida al Lady Pepa (entramos con una amiga de Romero de El Público) hasta que amaneció. La juerga padre la alegría de la huerta.
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