Fringe 3x5: las cosas de las que están hechos los sueños

Ya hacía ganas de Fringe, tras el parón en EE UU. El quinto episodio de esta tercera temporada (Amber 31422) presenta un caso (el del ámbar en cuarentena) que metafóricamente explica la situación de la otra Olivia (empastillada a tope). Encerrados en el ámbar hay personas vivas, pero Walternative, que puede, no quiere sacarlas (¿cómo es posible que alguien haya conseguido romper la seguridad?). Olivia intuye que no es esa Olivia; ve al fantasma de Peter (lo mejor del epi) que, como su conciencia, enciende la duda; accede al experimento del tanque de agua, pero prefiere mentir a Walternative. "La naturaleza sólo entiende de equilibrio y desequilibrio", dice el Secretario. Desequilibrio es lo que quiere provocar, llevando a Olivia de un lado al otro. Ella lo logra (genial que se rompa una bola de esas de nieve con el Nueva York de nuestro lado, colisión de los dos mundos), pero está decidida a mentir. Esta importante decisión va a definir el resto de esta temporada. Al igual que el que se sienta cercana al caso de los gemelos (cree en un intercambio entre ellos; decide no incriminar al pobre que estuvo cuatro años encerrado). "Sólo los que se atreven a ir demasiado lejos descubren lo lejos que pueden llegar". Walternative es un loco consentido y sólo esta Olivia podrá frenarle los pies. Las Torres Gemelas protagonizan un episodio marcado por los dos puntos de vista y por un sueño: creer en lo que no se ve, "tener una corazonada". O como dijo Cary Grant: "Las cosas de las que están hechos los sueños". [Como algunos me habéis preguntado, añado, en el mundo alternativo, Cary Grant hubiera sustituido a Humprey Bogart en El halcón maltés]. PD: Astrid me da pena (¿Asperger o es un robot?).

El momento calvo (Broyles de espaldas)