Crítica. Con derecho a roce, el director de arte de GQ que ha visto Seinfeld

¿Justin Timberlake o Ashton Kutcher? ¿Mila Kunis o Natalie Portman? Dos guiones muy parecidos los de Con derecho a roce y Sin compromiso. Una pareja que se acuesta pero "sólo como amigos" y acaba enamorándose (familias inestables de por medio). Si ves la versión edulcorada de Kutcher-Portman, ésta de Timberlake-Kunis te parecerá heavy de la muerte. Es como si al mismo guión le hubieran quitado cierta ñoñería, pero sin llegar a ser la comedia romántica que podría haber sido. Sin embargo, Con derecho a roce me ha gustado. No porque Will Gluck nos la venda como una versión 2.0 de los clásicos protagonizados por Cary Grant y Katharine Hepburn (o sea, NO), si no porque tiene un montón de detalles poperos de esos que a mí tanto me gustan. Y porque ves Nueva York. Y porque tiene su punto tierno -nada cómico, pero bien llevado- con ese padre (el de Timberlake) que tiene Alzheimer (Richard Jenkins). Y, además, la pareja (a diferencia de la otra), cuando están juntos, te la crees. Y se les ve desnudos, a plena luz del día, que para una peli yanqui ya es un sobreesfuerzo considerable.

Detalles poperos que me chiflan. Timberlake es un bloguero afamado que se traslada de Los Angeles a Nueva York para fichar como director de arte de la revista GQ. Que es como decir que se convierte en Dios. Ya quisieran los directores de arte de aquí tener a esa chica (Mila Kunis) que le instala en la ciudad y casi le pone una alfombra roja para que diga que sí al curro; ese pedazo de loft (¡con esa nevera!), ese compañero gay super enrollado (Woody Harrelson que mola todo) y ese life style tan cojonudo (incluidos dos flashmobs en Times Square y Central Station). Hay un momento iPad, jurando sobre la Biblia virtual, y mención a Harry Potter ("No puedes negar que ir a Hogwarts le puede cambiar la vida a cualquiera").


¿Ridículo o total? Yo que sufrí la fiebre Kris-Kros ver a Timberlake cantando Jump me ha erizado los pelicos de la nostalgia. Closing Time, de Semisonic suena en Central Station.

Cameos de serie. Flipada al ver a Masi Oka (Héroes) en un brevísimo cameo sentado en el avión con Timberlake. En la peli le ponen un poco paletillo. Cuando Mila Kunis le enseña Nueva York, Timberlake le dice: "He visto Seinfeld". Ella le contesta: "No hablo de la versión turística". La pareja ve una película que tiene todos los ingredientes de las comedias románticas que tanto odian, pero con la que lloran, una peli dentro de la peli, interpretada por Jason Segel (Cómo conocí a vuestra madre) y Rashida Jones (Parks and Recreation). Mila se echa un noviete que no es otro que el New Yorker total Bryan Greenberg, de How to Make it in America. El sobrino de Timberlake en Los Angeles es el niño de Modern Family, Nolan Guld (bastante irritante, por cierto).