Antes de que en Afganistán se prohibieran, los concursos de vuelo de cometa eran allí algo tan habitual como en España los partidos de fútbol de los domingos. Dos chavales, uno de ellos hijo del criado de la familia, unidos por el hilo de la cometa viven sus días más felices, sin más miedos que encontrar la cometa cuando ésta cae tras romperse el hilo. Pero algo pasa, un acontecimiento que cambiará por completo sus vidas, que los separará para siempre, que entrañará confusión, miedo y, como en Expiación, la expiación misma. La película arranca en el futuro, con el niño rico en Estados Unidos, una vida acomodada y cierta tranquilidad, aunque sólo aparente. Tendrá que volver a Afganistán, pero no el que él conoció sino el otro, el de los talibanes, el que prohíbe que vuelen las cometas. Tendrá que afrontar su pasado, ser valiente y expiar el gran secreto que le ocultó a su mejor amigo.
Recomiendo ver esta película por su ternura, su color, por la actuación de los dos chavales, novatos en esto, y por la de, en concreto, Homayoun Ershadi, el que hace de padre del niño que cuenta la historia, que debutó en El sabor de las cerezas. Su actuación es sencillamente fascinante. Por supuesto, en Afganistán ya ha sido censurada.
Está dirigida por Marc Forster, artífice de la próxima entrega 22 de James Bond.
Cometas en el cielo se estrena en España el 7 de marzo.
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