

El circo del sol de Madonna es espectáculo puro y duro, arte. La coreografía de Vogue es espectacular y el temazo con Justin Timberlake a mí me hizo bailar (el único porque los otros sonaban ralentizados, era más un karaoke nostálgico que un dance floor). Los bailarines, músicos y las chicas del coro abrigan a la diva. Madonna se cambia de modeluquis Givenchy varias veces. Me gustan los colgantes de un vestidito en La isla bonita, junto a unos rumanos zíngaros que bailotean, tocan la guitarra y montan la fiesta. Tras pasar por el hip hop y el pop, Madonna se hace rockera, con trajes gladiador, botazas, guitarra eléctrica y la mano haciendo los cuernos. Aparece Britney Spears en una pantalla encerrada en un ascensor, Madonna defiende a su pupila. Obama y demás en un vídeo politizado a favor del planeta. Dos japoneses haciendo el robot. Madonna salta a la cuerda, se siente juvenil. Termina con un Game Over en las pantallas y cantando Hung Up a la guitarra. Eso me recuerda que Joaquín Reyes nos contó que iba a ir al concierto. Jachondo. No veo a nadie famoso.
Así que aquí os dejo la actuación que más me gustó. En el vídeo Madonna iba de chuloputas, en un cochazo blanco y detrás salen Kanye West y Pharrell Williams en las pantallas. Una que es hiphopera, en fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario