
Entrada a uno de los restaurantes de moda de Berlín, el
White Trash Fast Food, un antro que engaña por fuera. Por dentro, parece un restaurante chino, con comida yanqui y ambiente fiestero (música como en el Hard Rock pero con más estilo y actuaciones en directo).

Menu molón, mucho donde elegir y todo con nombres cañeros. La cerveza que no falte.

Al entrar te cobran un euro y te sellan la mano. No había otra palabra: Franko.

Aunque parezca cutre (por el mantelillo a cuadros) y las pintas del de la puerta, podeis comer un filetón así. También hay aros de cebolla gigantes que están de muerte, hamburguesas buenas y ensaladas. Los camareros son chavales enrollados.
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