
Anoche cené en el restaurante Annapurna (Zurbano, 3) en Madrid [web oficial]. Y nos lanzamos a la piscina. De primero, aperitivos (izquierda), con formas geométricas que parecían un juego de niños. El triángulo es una Samosa (empanadillas de verdura o cordero, ricas); el cuadrado, Bhajía (buñuelo de cebolla rebozada en harina de garbanzo, lo mejor); el ractángulo es un Panner Roll (relleno de queso, cebolla y pimiento, consistente), y el círculo, Sabzi Tikki (patata, verdura y perejil, el más soso). Se pueden pedir como entrante por separado. Si eliges, mejor la samosa y el buñuelo de cebolla. Hay que tomarlo con varias salsas que encontrarás en la mesa: picante (la roja), de yogur y dulce (de mango).
Luego ya pasamos a los platos fuertes. Tienen varias especialidades Tandoor. Pedimos el Murgh Tandoor que es pollo adobado con gengibre, yogur y limón (la carne aparece muy roja, está muy sabrosa, aunque por el precio no merece la pena. Pero si lo quieres probar, no te arrepentirás). Hay otras opciones: brocheta de pollo, de cordero, emperador o un combinado de todo.

Salimos a unos 30 euros por persona, con cerveza y sin postre.
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