La semana pasada fue de lo más movida, y además de a Martina Klein, pude conocer a Ana Fernández, de Los protegidos. Es la nueva imagen de la fragancia Bruno Banani aunque no veremos su foto en ningún anuncio. Cosas del márketing. Es decir, será otra modelo la que salga con unos cuernecitos de diablesa, y no la actriz. La presentación fue en la discoteca-restaurante Bandaloo, luego, entrevistas y visita de blogueros para acabar. Llegué a una hora malísima para cualquiera, después de comer, así que pillé a Ana comiendo, descansando. La entrevisté detrás del chico de Vanitatis en unos sofás con una estética muy kitsch, en rosa. Ana es muy joven (sólo tiene 21 años), pero utiliza bien la palabra y se sabe defender sola. Junto a ella estaba su mánager, que en ningún momento se entremetió, y que anteriormente me había comentado que había que decir 'fragancia' y nunca 'colonia'. Cosas del márketing. La actriz, que comenzará a rodar su primera peli en junio, una comedia de fantasmas, me confesó que le chiflaba Sexo en Nueva York, Friends y los gays de Modern Family.
Y que lo de los estilismos en la alfombra roja no lo llevaba nada bien ("hoy llevo tacones porque me lo han dicho. Odio a los estilistas fashionistas que son unos mamarrachos. Cuando me han puesto en las listas de las mejor vestidas era porque me había vestido yo, sin la ayuda de nadie"). Sin preguntarle, me habló de su chico, Luis (más conocido por Culebra, su personaje en la serie), al que le había hecho un dibujo (Ana dibuja a carboncillo). ¿Y qué te reagalará él a cambio?, le pregunté. "Una joya. Pero para venderla, porque luego no me la pondría". La entrevista la publicaré en Cinemanía. Un aperitivo la puedes encontrar aquí: Ana contestó a las preguntas de los lectores, algunas muy chungas. Eso le honra. Al irme, la entrevistaban por teléfono, un non stop, y me dieron una muestra (el frasco pequeño cuesta unos 17 euros, con el que regalan una pulsera), y un miniperchero con espejo.
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