
"
Reclamo esta hamburguesa en nombre de la Reina Isabel de España". Eso digo yo: ¡en nombre de la reina o de pepito piscinas!: ¿qué le está pasando a
House? Ya vamos por el episodio cuarto de la octava temporada (y posiblemente, última) y House no ha hecho equipo. No le vemos pillar
Vicodina, se conforma con una cheese burger. Hace apuestas con una niñata como la filipina cudeira. IN-SO-POR-TA-BLE. Se mete con la guapa y cuando se entera que se va a divorciar empatiza (?) y le vemos tristón. Devuelve las cosas que roba. Le echan más horas con los pacientes y traga. Hace un poco más rico a su querido
Wilson (desaparecido en combate).
House está ñoño. Bueno, hasta ahora. Parece que (o eso quiero creer) a partir del próximo episodio volverán los refuerzos (no sé por qué no antes). Yo necesito a
Taub y, bueno, a
Chase. Necesito más hombres en ese gallinero, que se enfrenten a este gallo cojo. Hasta Foreman prefiere advertir a la guapa antes que tomar una decisión rígida. El paciente ha sido
Michael Nouri (
imdb), un empresario que se va a llevar su negocio a China. Nouri es más conocido por ser el marido de Glenn Close en
Daños y perjuicios. ¡House necesita una Patty Hewes que le dé manteca! ¡Yo quiero que vuelva House, the real House!
No hay comentarios:
Publicar un comentario