10.11.11

Mi viaje a Nueva York (1): Bryant Park y psicosis policial


Estuvimos en Nueva York del 21 al 23 de septiembre y luego volvimos del 4 al 6 de octubre. Entre medias nos recorrimos la zona Este de Canadá (desde Washington a Niágara, Toronto, Otawa, Quebec, Montreal y vuelta a Nueva York desde Boston). Reservamos con Catai, nos salió por 2.400 euros cada uno, con avión, traslados al aeropuerto, hoteles de primera y autobús que nos llevaba, con excursiones incluidas. Reservamos aparte el hotel de NY porque nos daban el Pensylvania que no nos gusta un pelo (nos hospedamos como en el último viaje de 2007 en el Pod Hotel, económico y céntrico).

Muchas diferencias con respecto al viaje a Nueva York que hicimos en 2007. Para empezar nos tuvimos que sacar un visado online que ya te cuesta dinero (14 dólares). Te lo tienen que confirmar, suele ser inmediato, pero no siempre es así. Como mucho te tardan 72 horas en contestarte. El límite de peso en la maleta sigue siendo el mismo, no más de 22-23 kilos. Yo me la llevé vacía y ya me pesaba 13. Lo que se dice, un imposible. Nos recomiendan que vayamos con tres horas de adelanto en el aeropuerto (de hecho, ya dentro, por megafonía te decían que había que estar en la puerta de embarque hora y media antes). La psicosis es tal para viajar a EE UU que nos preguntan antes de facturar algunos datos. Cuando facturamos, también (a los de al lado les preguntaron que si sabían hablar inglés, ?). En un tercer control nos piden el pasaporte. En un cuarto, ya en la puerta de embarque me vuelven a preguntar lo mismo: ¿lo que lleva es suyo? ¿alguien le ha dado algo? ¿ha dejado la maleta en algún sitio? etc.

En 2007 nos dieron en el avión (volamos con Delta) pasta de dientes, cepillo, crema de manos, tapones y antifaz. Con American Airlines sólo nos dan la manta y la almohada de rigor. Comimos dos veces, como la otra vez, pero el vino esta vez no era gratuito (6 euros una minibotella, un robo).
Pollo o pasta (que fue lo que legí); queso de la vaca que ríe con tostas; pan y mantequilla; ensalada de pepino, rábano y lechuga; agua y galleta Walter's.

En la tele nos ponen Thor y episodios de The Office y de Parks and Recreation. Nos dan de apertitivo unas bolsas superchulas de Nachos: "Fine foods served at altitude. Best before you land!". Lo que se gastan en mierdecitas de éstas.
A las 5 nos dan un sandwich de jamón y queso; más queso de la vaca que ríe con tostas; patatas fritas; chocolate y gominolas de fruta.

Al llegar al aeropuerto JFK ocho horas después, pasamos la aduana (son allí las 12 de la mañana). Vuelven a hacernos la foto y nos pringan todos los dedos de las manos. Da igual que hayas hecho el visado online donde metes todos los datos, vuelve a preguntarme que donde me hospedo y tal. Sin embargo, cuando todo parece correcto, aparece un poli, coge mi pasaporte y me dice que le siga. Dentro de una habitación hay tres polis sentados en un ordenador, y como yo, al menos una docena de españoles más. Me dicen que es por mi nombre "común" y me preguntan cuanto mido, peso, color de los ojos, del pelo, cómo se llaman mis padres... Con estos datos llaman a España para verificar y entiendo que tardan en coger el teléfono o en enterarse porque tardo tanto (como mínimo 45 minutos) que cuando salgo a las cintas de las maletas mi maleta está en una esquina, en el suelo, sola. Y fuera la furgoneta de Alcor que teníamos contratada con Catai esperando, claro está.
Nos deja en el Pod Hotel y decidimos darnos una vuelta. Tenemos todo el día por delante. Como estamos cerca de la 5ª avenida tiramos hacia el Rockefeller y la Biblioteca Pública (arriba), que yo no conocía.



Todas las calles están llenas de policías. Como nos pasó en 2007 por estas fechas hay asamblea de las Naciones Unidas, y la seguridad en la calle es bestial.
Compramos perfumes en el outlet Fragrance & Beauty (301 Mad Av.) y vamos a Bryant Park, donde a las seis había un concierto.


Puedes verlo sentado en sillas y mesas que ponen en los jardines.
También hay un tiovivo antiguo.

Pasamos por Times Square, que ahora es peatonal, han puesto unas gradas para que la gente se siente y hay zonas para los peatones y carril bici.

Los neones siguen ahí, y las series, claro. Boardwalk Empire, la más grande. Y Once Upon a Time. Hay una larguísima cola para comprar entradas para musicales a la mitad de precio. De la que yo quiero ver, The Book of Mormon, de los creadores de South Park, no hay, están agotadas.

El edificio del New York Times. Apabullante (en la octava).
Vamos hacia el barrio de Chelsea, bajando por la octava a High Line. Una nueva zona verde, que consta de un pasillo diseñado en altura (las vías de un tren) lleno de bancos gigantes y zonas verdes por las que pasear.
Lo malo para los vecinos es que desde allí ves las terrazas de sus pisos, hasta ese momento ocultas. Más fotos del High Line.
Mister Softee, un clásico.
Relatively Speaking, obra de teatro de Ethal Coen, Elaine May y Woody Allen, dirigidos por John Turturro. Toma ya (Teatro Brooks Atkinson, entre Broadway y la octava).

Anochece y decidimos cenar en uno de los sitios de moda de Nueva York y baratos, Eataly, un gigantesco complejo lleno de restaurantes y cafeterías con tiendas donde comprar y degustar comida italiana. Esperamos a que nos dieran mesa en el restaurante de carne (lo hay de verdura, de pasta, de pescado), pero hubo un malentendido mientras tomábamos una cerveza Moretti en la barra (8 dólares), que yo había probado en Sicilia por primera vez, y nos fuimos. El cansancio hacia mella. He de decir que volvimos otro día. Hay que comer en Eataly sí o sí.

Volvimos en metro hacia la zona de nuestro hotel y cenamos en una hamburguesería de camino (Lexington Av, 636), la GoodBurger. No era nada del otro mundo, aunque se anuncian en su web como las mejores hamburguesas de NY, y hay varios locales por la ciudad. Pedimos hamburguesas (de 5 a 7 dólares), patatas (3) y aros de cebolla (3,20). El refresco te lo servías tú de una máquina (1,85). Una Heineken te salía por 5 dólares. El alcohol siempre es caro en Nueva York. Como descubriríamos después, en Canadá es aún más caro. Hasta tiene impuesto...

Más Nueva York.
+Fotos del High Line. Link.
+Segundo día: el Memorial del 11S, el merchandising y los indignados de Wall Street. Link.
+Museo de la Ciudad (expo Torres Gemelas) y restaurante Balthazar. Link.  
+El nuevo Uniqlo; Los ángeles de Charlie en Times Square; Urban Outfitters de Halloween.
+Mi viaje a NY en 2007. Link.
+Mi viaje a NY en 2004. Link.

8 comentarios:

Isabel Leyva dijo...

lo de que los servicios en los aviones ha bajado... está pasando en todas. no quieren subir precios, el carburante se dispara, y como todas las compañías reparan en gastos. yo antes viajaba con 2 maletas gratis, y ya lo has dicho, ahora sólo 1

lo del ESTA... la muestra en que saber como hacer dinero. por el visado, los impuestos por la estancia en la ciudad... y la gente sigue yendo. en cambio aquí proponen un impuesto de 1€ diario y los hosteleros ponen el grito en el cielo. en fin

si los controles te parecieron bestia, ni te imaginas los que había después del 11S. una pasada

estuvo bien el Pod? pq he leído malas cosillas. sí, en el Pennsylvania van todos los turistas españoles, las mayoristas es el que más utilizan

ya quiero saber más!!

besos!!

I♥NY

Mariló García dijo...

En el Pod habíamos estado en 2007 en cama Queen. En septiembre fuimos al comienzo del viaje (en literas) y al final del viaje (cama doble). Es decir, he probado los tres tipos de habitaciones que tiene el Pod Hotel. Evidentemente mejor la Queen y la peor, la litera. Pero a veces merece la pena si son un par de noches como nos pasó a nosotros, que no paras en el hotel y sólo vas a dormir. Te sale tirado de precio. No es el mejor hotel pero calidad-precio está bien y tiene a mano dos metros y a pie la quinta muy cerquita... Continuará :)

Fincher dijo...

Te comiste la T de Bryant Park. Buen post. Tengo ganas de ir a Eataly, impulsado por Mario Batalli, el que coprotagonizaba los docus de la comida española con la Paltrow. Lo justo seria mandar a Imanol y Echanove a recorrer Arkansas.

Mariló García dijo...

Gracias Fincher. Otro día sí fui a Eataly. Me parece demasiado, es gigante. Comimos pasta, al lado de unos napolitanos. Va mucho italiano a comer allí. Lo bueno es que te dan de comer a cualquier hora. Y para comprar y llavarte a casa tienes absolutamente de todo.

Fincher dijo...

Eso es lo q quiero yo, comprar cositas para llevarme, porque me suele gustar cenar en el hotel. Creo q tienen mogollon de productos y como la comida italiana le gusta a todo el mundo.... Por cierto felicidades por el blog, desde que lo descubri entro todos los dias y siempre esta muy actualizado. Aunq me tenga q saltar los post de A.Horror.S porque todavia no la empece.

Mariló García dijo...

Fincher, apurate con AHS que por aquí lo verás mencionar a menudo! :)

Viajes Nueva York dijo...

Veo mucho sitio típico de alcantarillas humeantes y teatros de Broadway. Lo digo como critica constructiva, no me entendáis mal. Sólo digo que organizándose bien el tiempo, es posible salirse de los circuitos tradicionales (si uno quiere, claro) y disfrutar más de los encantos de la Gran Manzana. Un saludo!!

Mariló García dijo...

Tengo que seguir subiendo cosas, pero ¡no tengo tiempo! A mí me sigue impactando ver las columnas de humo salir del suelo, por ejemplo. Esta es la septima vez que voy a Nueva York. He ido de vacaciones y por trabajo, antes de las Torres y después, y siempre hay cosas típicas que me encanta descubrir que siguen ahí. Eso sí, cada vez que voy me encuentro con algo nuevo :)