En el aeropuerto: ¡viva Iberia!
Con British lo hice a través del localizador, no facturé y me dieron de comer. Con Iberia..., bueno, de traca. Tuve que hacer cola, me obligaron a facturar la maleta porque, me dijeron, llevaba muchos bultos (maleta, el portátil, mi bolso y una bolsa con regalos). Dentro no podía llevar líquidos, así que cuando fui a embarcar y me vieron los seis frascos de gel Molton Brown que llevaba me prohibieron acceder con ellas. O las dejaba allí o las facturaba. Molton Brown es cara, te cuesta la botella de medio litro unas 15 libras. Pero facturarlas ¿cómo? Resulta que Iberia y el aeropuerto de Heathrow no deben de tener los mismos parámetros de seguridad. La propia azafata española que me ayudó a solucionar el tema se preguntaba: ¿es que creen que vas a atacarles con gel de baño? Una cachonda.
Porque sin maleta (ella me había obligado a facturarla) no me quedó más remedio que meter los puñeteros frascos en mi bolso, facturarlo sin candado ni nada (ahora sí podía meter líquidos, me-no-entender) y rezar porque no se rompieran. Llegaron enteros y el bolso, también. Y, por cierto, Iberia no dio de comer. Y lo peor, no se les cae la cara de verguenza de cobrarte por un bocata de plástico que parece de merienda de posguerra. Yo no pagué un duro, lo hizo Sony que me llevó hasta Londres para entrevistar, entre otros, a Daniel Craig por la próxima de James Bond, Quantum of Solace. Mi billete costaba ¡1.200 euros! No sé por qué. Y era en turista, que conste.
En tren al centro, el Heathrow Express.
Tras dos horas de vuelo, me fui con Virginia de Vanity Fair (la edición española saldrá el 28 de agosto, aunque ni los maquetas saben lo que irá en portada para que no lo larguen), a la que me encontré en el avión, en tren hasta Paddington. Es la mejor opción. Te cuesta 15 libras y tardas 15 minutos. En Paddington coges un taxi y por 9 libras estás en Piccadilly. Total: 24 libras. Si pillas un taxi desde el aeropuerto te clavarán 50 libras y tardarás casi una hora en llegar.
El hotel Courthouse Kempinski en Carnaby.El Kempinski (Marlborough St) es un hotelazo de lujo (300 libras la más barata) que está en pleno cogollo de Londres, en el Soho, a la entrada de Carnaby. En el check in nos encontramos a Paloma, colaboradora de Glamour. Se unió a nosotras. Estaba desesperada porque le habían dado una suite pero a compartir con otro periodista pero sin saber quién era. Resulta que la susodicha era Virginia, así que no problem. A mí me dieron una habitación con cama 2x2, con chaise lounge y tele de plasma con acceso a internet. A Josu Lapresa de Rolling Stone también le dieron una de éstas. Él llegó detrás nuestro.











- Londres día 2: paella en Covent Garden y la noria más grande del mundo.
- Londres día 3: cervezas y jamones en el Soho y música en directo en Carnaby.
- Londres día 3b: las rebajas en Oxford, Bond Street y fútbol en Picadilly.
- Daniel Craig y las rebajas.
- Locos por los patines en el Soho.
- Fotos y vídeos del España-Rusia, Picadilly tomada por los españoles.
Otros hoteles en los que he estado en Londres:
+ Cavendish
+ Martin's Lane.
+ Quality Maitrise.
+ Thistle Picadilly.
+ Pancras Renaissance.
5 comentarios:
A pesar de las desconcertantes medidas de seguridad de los aeropuertos, qué envidia me das. Londres me encanta, estoy deseando volver.
Otras cosas que me encantan: Dexter, ya estoy con la segunda emporada y me parece genial, tan psicopata y gracioso al mismo tiempo.
Ah, y ayer por fin vi Sexo en Nueva York, y me reí muchísimo, sobre todo con Samantha, ella se merece serie y película en exclusiva, no como el rollo pasteloso Carrie-Big.
Después de lo que le hizo (otra vez), cuando lo ve en el vestidor, si soy yo le hago comerse los Manolos...Pero bueno, ya sabemos lo que hay.
Besitos!
sí, las resoluciones de la peli no tienen mucho sentido, como con Miranda. Pero en la serie ese final con Big en Paris tampoco venía muy a cuento... Y porque es cine que si no a Sam le dan más papelón. A ver qué traen los extras del dvd que podrían ser un pelotazo...
=)
que emocion me da leer todo esto!
Encima la habitacion donde te alojaste es IGUALLLLL!! a la qu eme recibio en Boston.
Cayó un lagrimon.
como quiero tomarme un avion ya!
beso!
Lore
en Boston hay un Kempinski?
ese desayuno tiene una pinta exquisita, la verdad
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